10 tendencias para nuestras bibliotecas
El número de usuarios de las bibliotecas cada vez se incrementa más y es que, según los datos del Instituto
Nacional de Estadística (INE), los usuarios inscritos en las mismas crecieron un 7% entre los años 2012 y 2014, una cifra que invita al optimismo y que indica que las bibliotecas están aguantando el tipo.
Sin embargo, el reto sigue siendo innovar y explorar con nuevos elementos.Algunos de esos métodos o tendencias se explican de manera detallada en el ‘Informe Prospectiva 2020: las diez áreas que más van a cambiar en nuestras bibliotecas en los próximos años’.
Este documento es el resultado del Grupo Estratégico para el Estudio de Prospectiva sobre la Biblioteca en el Nuevo Entorno Informacional y Social y pretende precisamente dar ideas estratégicas y proponer nuevas posturas para que las bibliotecas no se queden atrás en el tiempo y se adapten a las nuevas exigencias y a las futuras demandas de los usuarios.En el informe se habla de 10 tendencias comunes para todos los tipos de bibliotecas con el objetivo de marcar su camino, incluidas amenazas y oportunidades. Las tendencias son las
siguientes:
- La gestión de las bibliotecas deberá flexibilizarse y sus actuaciones deberán integrarse más en las finalidades de las instituciones a las que sirven. Hay dos palabras que se perfilan como claves en el futuro de las bibliotecas: transversalidad y cooperación. La gestión administrativa debe ser más flexible y posibilitar la toma de decisiones en un contexto de cambios.
- Una mayor cooperación y colaboración ampliará el papel de la biblioteca dentro y fuera de la Institución. La biblioteca debe ser a la vez autónoma y participativa, fomentar su carácter único y ser complementaria de las otras. Con la cooperación se consigue un ahorro en los costes de las adquisiciones y prestación de servicios; aumento de la calidad; mejora de los servicios; fortalecimiento de la imagen y ayuda profesional.
- Los recursos públicos serán escasos y las bibliotecas deberán encontrar nuevas estrategias de ahorro y financiación.
- Los profesionales deberán tener perfiles flexibles y cambiantes y las bibliotecas necesitarán personal con conocimientos diversos. Todos los profesionales de las bibliotecas aportan valor y deben tener presencia activa en la institución. También será preciso reforzar el papel del personal bibliotecario y reivindicar el perfil de los profesionales de la información.
- Las bibliotecas deben reforzar su función de crear comunidades. Las bibliotecas deberán identificar las necesidades del usuario, adaptarse a ellas y crear nuevos servicios. También deberán prestar mayor atención a la información minoritaria y única (colecciones especializadas, informaciones locales…)
- Bibliotecas ágora o como tercer lugar. Las bibliotecas serán concebidas como punto de encuentro y como espacios sociales de desarrollo del conocimiento y proporcionar oportunidades para la socialización, el intercambio y la participación.
- Los espacios de las bibliotecas serán flexibles, acogedores y sociales. Las bibliotecas dedicarán amplias zonas a facilitar el encuentro, el trabajo colaborativo y la comodidad del usuario. También contarán con tecnología actualizada y suficiente para la creación y producción.
- La educación, el aprendizaje y las habilidades serán clave de la misión de las bibliotecas. Un papel
importante de las bibliotecas será el de apoyar a los emprendedores y realizar una gran labor en la búsqueda de empleo. - Servicios que se adapten a una realidad digital. Las bibliotecas ofrecerán un servicio personalizado y se crearán contenidos digitales para difundir. Se desarrollarán una serie de herramientas y servicios tecnológicos y de Internet, tales como: desarrollo de webs de bibliotecas, utilización de redes sociales y entornos 2.0, servicios para dispositivos móviles o creación de contenidos.
- Estrategias innovadoras para gestionar fuentes y colecciones híbridas. Sólo tendremos ebooks si podemos gestionarlos dentro de nuestras colecciones. Habrá una apuesta por el Open Access a la información científica.
En definitiva, unas tendencias que pretenden reconvertir a las bibliotecas en espacios culturales importantes
y de referencia para todos los usuarios. Este decálogo, que se espera que se cumpla íntegro para el año 2020, comporta la implicación de todos (profesionales y usuarios) y es, sin duda, una apuesta arriesgada pero a la vez
necesaria para las bibliotecas.